"Me coge de la mano, me atrae hacia él y yo me dejo caer en sus brazos, mi lugar preferido en todo el mundo."

martes, 1 de mayo de 2018

Mi primer mes sin ti.

Cinco años sin escribir...

Mentiría si dijese que recordaba la existencia de este blogg. Parece que solo recurro a la escritura cuando las cosas van mal y hoy es uno de esos días. Hoy hace justo un mes que mi pareja decidió poner fin a nuestra relación tras 8 años de convivencia. Estaba experimentando un golpe de ansiedad cuando de repente se me ocurrió escribir, a ver si así me desahogaba y PUM, se me vino a la mente este blogg. 

He encendido el PC, he tecleado " cortesprofundos" y nada. No aparecía nada. En ese momento he sentido aún más ansiedad. He recordado viejas fotos con él, entradas acerca de él y he pensado " no puedes perder eso también". El agobio ha sido máximo...hasta que por fin he dado con él. Alivio.

Al abrirlo y ojearlo he sentido dolor, opresión en el pecho. Ha sido como revivir 8 años de golpe, sin anestesia. Por lo visto nuestras diferencias ya estaban presentes e instauradas por aquel entonces. Reclamos y más reclamos por mi parte. Insatisfacción, dudas pero también amor. Le he querido tanto, dios...

¿ Sabéis? siento que me falta algo, una parte, las ganas, la vida incluso. La gente parece haber olvidado que se siente cuando apenas sientes y cuando aquello que sientes es tan solo dolor. " No es para tanto" dicen, " no se ha muerto nadie", dicen...ha muerto algo, una relación. Puede que sea una pérdida simbólica, pero no deja de ser una pérdida. También hay gente que tras años y años de relación acaba perdiendo su identidad. Te sientes extraño, distanciado de ti mismo, desorientado y confuso. ¿ Dónde quedan tus planes, tus objetivos? Yo tenía planes, ¿sabéis? estaba dispuesta a sacrificarme por un futuro mejor. Había invertido parte de mi dinero en unos manuales nuevos, estaba dispuesta a sacrificar mi tiempo por estudiar. Y, ¿ sabéis qué? no me suponía ningún esfuerzo porque sabía que después de un día duro quizás le vería, cinco minutos, diez minutos o toda una noche.¡Qué más daba! le tenía a él y punto.

Ahora comprendo que este es el riesgo que se corre cuando otorgas a una sola persona el poder de dar sentido a tu mundo y esa persona no eres tú. Perdida, hundida, sin ganas...así me encuentro.

Siempre había pensado que si la relación por un casual terminase sería por mí. Y es que veréis, he puesto taaaaaaanto, tanto esfuerzo, ganas, he intentado comprenderle, dar sentido a cada una de sus rarezas incluso si con ello ganaba malestar. He desatendido algunas de mis necesidades por acoplarme, porque quería que funcionase, porque le quería. Que me olvidé de quererme a mi misma...

Estoy resentida, si. También dolida, enfadada, triste y conmocionada. Reconozco en mi cada una de las fases del duelo. Mi primera semana de soltera fue bastante buena ( básicamente negué cualquier indicio de ruptura, me senté a esperar que razonara, se diese cuenta de que estaba equivocado y viniese a pedirme volver. Eso nunca ocurrió). Después llegó la rabia, una tristeza superficial, pero sobre todo rabia, rabia y enfado. No podía creer que él hubiese echado por tierra nuestro proyecto de futuro por una crisis existencial suya. No podía aceptar como había podido ocultarme durante meses su malestar con respecto a la relación. Y pensareis, ¡Noelia, eso se nota! Claro que sabía que no se encontraba bien, él mismo me lo había confesado. Durante meses le había escuchado decir lo amargado, lo desconforme que estaba con su vida, con su trabajo. Durante esos mismos meses le pregunté varias veces que si me incluía dentro de ese saco y su respuesta siempre fue << no sé, no. No>> Sin embargo, notaba apatía, ausencia, falta de ganas. Y es que veréis, cuando una persona se encuentra mal consigo misma, no puede estar bien con las demás. Entonces, ¿cómo iba a querer hacer planes, disfrutar, si no tenía apenas energía? No se...lo único certero fue aquella discusión. Iba a quedarse conmigo a dormir después de mi llegada de Budapest, pero durante todo el día estuvo flojo, hostil, negativo, sin energías casi. Yo no podía más, tan solo quería cariño, abrazos, calor, sentirme refugiada tras esos brazos y discutí. Le dije que me estaba amargando la vida, que necesitaba que controlase sus oscilaciones anímicas y que si creía que no iba a poder, que se replantease el dejarme. ¡Déjame, déjame! le grité. Y eso fue lo que sucedió. Dos días más tarde rompió conmigo. Así, sin esperarlo, sin explicación.

-Y es que veréis, cuando una persona se encuentra mal consigo misma, no puede estar bien con las demás-

Desde entonces vengo arrastrando vaivenes anímicos, momentos de lucidez y momentos de llanto inconsolable. ¿ No íbamos a ser para toda la vida? puede que sea una visión infantil del amor, pero a pesar de que no creo en los infinitos, contigo hubiese hecho una excepción. 

Hoy buscando citas en la red, di con este fragmento:

" No sabía si dejarle ir. Le di muchas oportunidades. A mí me enseñaron a luchar por lo que quería y yo lo amaba y, según mi creencia, renunciar estaba prohibido. Creo que en el fondo me retiraba muy, muy lento; como para darle tiempo de que se arrepintiera del daño que me hacía. Sin mirar atrás, me fui poco a poco. Un paso y luego otro, todos pequeñitos, creyendo que en algún momento me alcanzaría para decirme que había recapacitado y lucharía por nuestra relación. Me pasó que, después de alejarme un poco, volteé a mirar al lugar donde se quedó y él ya se había ido"
- Le conté a un Colibrí, Denise Márquez.

Creo que perfectamente podría haberlo escrito yo, algo peor escrito por supuesto, pero bien la idea podría haber sido mía. Y es que básicamente, en esto se resume mi relación en estos cuatro últimos años. Yo tirando, tú soltando. Yo cansada y dispuesta a soltar, pero en el fondo esperando que me detuvieras. Eso nunca pasó. Siempre tuve la valentía de irme y la cobardía de volver cuando tú no eras capaz de hacerlo. ¡Qué nos ha pasado! ¿ Se nos rompió el amor? yo por mi parte te sigo amando. Sin embargo, no puedo ignorar que estoy dolida, que estoy harta de llorar y que has roto mi confianza. A la mínima de cambio te vienes abajo, te asustas y te retiras. Yo necesito y quiero una persona que esté conmigo en las duras y en las maduras, que se crezca ante la adversidad, que esté feliz de tenerme en su vida. Una persona a la que aporte y me aporte. Una persona con la que no tenga la necesidad de tenerme que ir y que si por un casual eso ocurriese, me detuviese a tiempo.

Te pasaré, te lloraré, me faltarás durante mucho tiempo, no sé si durante toda una vida. Has sido y eres una de esas personas que se clavan y se instalan ahí, bien adentro. Una persona especial, la primera con la que he podido destaparme, ser cien por cien yo. Sin disimular, sin pensar, sintiendo, simplemente sintiendo. Lo hubiera dado todo por ti, de hecho lo hice. No se si la vida te ha puesto en mi camino en forma de aprendizaje, pero me hubiese gustado que fueras eterno. Tú y yo, siempre, como antes. ¡Maldita sea! fuiste un puto flechazo. 
Fuiste, desde que te vi, fuiste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario